La marihuana es una planta que contiene sustancias llamadas cannabinoides que, al consumirlas, modifican el comportamiento y alteran la percepción del entorno: El 9-tetrahidrocannabinol (THC) es responsable de los efectos físicos y psicológicos. A la marihuana se le conoce como mota, yerba, María Juana, pasto, porro, churro, carrujo.
El cannabidiol (CBD), es un compuesto con algunas propiedades terapéuticas, recomendado únicamente bajo supervisión médica.
La facilidad en el acceso a la marihuana y sus derivados ha disminuido la percepción de los daños por su uso en adolescentes y jóvenes.
Se fuman las flores secas de la planta con utensilios como pipas de diversos materiales o en cigarrillos hechos con papel arroz. En los últimos años se han popularizado nuevas formas de consumo, particularmente con productos comestibles que pueden ser altamente dañinos para los adolescentes. Alimentos como galletas, panecillos, chocolates y dulces en diferentes presentaciones que son preparados con aceite o extractos de marihuana. Goteros que contienen un líquido aceitoso con extractos de THC o CBD, productos de alta pureza de THC, en forma de aceite, miel o ceras que se consumen a través de vaporizadores, pipa para cannabis, cigarrillos de las flores secas de la planta, hechos a mano.
Es una droga que "relaja" y pone más tranquilo. Los efectos de la marihuana varían según se consuma: Fumada: los efectos se sienten rápido, en pocos minutos, y duran entre 30 minutos y 2 horas.
Si consumes por vía oral: los efectos tardan en llegar unos 60 minutos, y pueden durar entre 6 y 8 horas.
La intensidad y duración de los efectos dependen de lo pura que sea la marihuana, de cómo se use y de las características de
cada persona.
La dificultad para concentrarse y la falta de memoria a corto plazo son algunas de las principales consecuencias por el uso de marihuana.